La crisis económica, financiera, institucional y democrática ha puesto en cuestión la legitimidad, capacidad y eficacia de los Gobiernos y la Administración Pública para conocer los referentes de actuación y satisfacer las necesidades de los ciudadanos. En este marco, la innovación social replantea el papel de las organizaciones públicas en la atención de las demandas de la población, pues propicia el reconocimiento de la capacidad creativa y emprendedora de los ciudadanos en la promoción de iniciativas que aporten valor social. Se trata de la generación de nuevas ideas orientadas a la atención efectiva de los problemas sociales y la satisfacción de las necesidades ciudadanas, mediante la adopción de nuevos modelos de gobernanza. En España se están desarrollando importantes iniciativas que han traído consigo una nueva forma de hacer las cosas y la reconfiguración de los mecanismos relacionales de trabajo entre ciudadanos y actores públicos, privados y sociales. Una muestra de este cambio lo representan los planes de barrio, Rivas Lab, el programa Lanzaderas de Empleo y Emprendimiento Solidario de la Fundación Santa María la Real; Moltacte, centro especial para el empleo; las actividades desarrolladas por SINNERGIAK; la Noria, centro de innovación social y el programa Espazo compartido.
